Cuando un bebé o niño
se cae o sufre una caída grave, ya sea de una cama muy alta, de una mesa, de la
paila de un carro, incluso una caída por las escaleras puede ser muy graves,
puesto que al golpear su cabeza el niño puede perder la conciencia, presentar
dificultades al respirar, ponerse de color morado, quedar somnoliento, incluso
puede perder hasta la coordinación de su cuerpo.
Si observa este tipo de
comportamiento y cambios en su hijo no dude en llamar al pediatra, el le hará
una serie de preguntas y de ser necesario le programará una cita. Es preferible pasar por precavido y acudir al
médico, que el niño reciba una revisión y de ser necesario una radiografía para
ver si el niño no tiene daños internos en la cabeza.
Cuando el bebé recién ha sufrido el golpe, no lo deje
dormir. Pero luego el podrá dormir con toda tranquilidad
El médico querrá saber los detalles del accidente y si su
niño pierde la conciencia, es excesivamente irritable o llorando, o está
vomitando o letárgico. Se le puede solicitar que le llevara a la oficina o al
servicio de urgencias.
- Cambio de color
- Respiración dificultosa
- Somnolencia inusual
- Vómitos
- Pupilas de diferente tamaño
- Dificultad con la coordinación
En caso de observar algunos síntomas mencionados
anteriormente acudir a emergencia:
Es importante que esté al pendiente de su hijo en las horas
y días subsiguientes al accidente. Si el niño es evaluado por un médico, quizá
le recomienden despertarlo cada 3 horas para ver si el niño responde
normalmente. Lo que significa que el niño despertará alerta, como lo hacía
antes del accidente, en este caso significa que no tienes nada de qué
preocuparte.
Por el contrario si el niño da señales de estar aturdido o
letárgico, debe preocuparse y haga que evalúen al niño nuevamente, para
descartar un problema serio.
Si por algún motivo el niño no despierta debe llamar de
inmediato al servicio de emergencias de su localidad.
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