Si te encuentras leyendo este artículo es porque quizá algo no está bien con el piercing de la nariz, quieres saber todos los detalles acerca del piercing y además te preguntas como debería ser la evolución y cicatrización de la perforación en la nariz.
A continuación encontrarás algunos tips importantes para detectar cuándo un piercing de la nariz está sanando y cicatrizando correctamente.
El principal problema que puede ocasionar un piercing en la nariz es que el cuerpo no acepte dicho objeto y lo rechace, provocando como consecuencia de dicho rechazo alguna reacción alérgica, infección en el área de la perforación y como efecto secundario podrías sentir dolor, comezón, inflación y hasta podrías observar moretones.
Observa con mucha cautela si la piel de la perforación está presentando cambios en el grosor, haciendo que esta se adelgace. Uno de los principales signos de rechazo por perforación y uso de piercing es el adelgazamiento de la piel.
Si puedes observar supuración verdosa o amarilla significa infección.
Fiebre a causa de la infección, suponiendo que no tienes otra enfermedad como gripa, sika o chikungunya.
Ganglios linfáticos inflamados debajo o a los lados del piercing.
Si has podido notar tres o más síntomas de los mencionados anteriormente se aconseja hacer lo siguiente:
Los cambios en la coloración de la piel son un síntoma indiscutible. Si puedes notar que la piel está de un tono rosa esto indica que la piel está inflamándose lo que también podría significar una infección.
Para tratar una infección por uso de piercing en la nariz o cualquier otra área se aconseja ir al médico sin pensarlo dos veces.
Las infecciones se deben tratar correctamente y quien mejor que el médico para que revise la infección y te indique la medicina para que el piercing sane adecuadamente.
Los medicamentos para tratar infecciones por perforación de piercing no son nada del otro mundo, el tratamiento está basado en antibióticos que pueden ser inyectados o mediante píldoras, el cual puede durar de una semana a dos semanas. Siguiendo el tratamiento a pie de la letra la infección sanará y así podrás lucir tu piercing con todo el orgullo.
No se aconseja quitar y ponerse el piercing lo mejor es dejarlo ahí.
Puedes usar un antiséptico casero que no actuará como antibiótico pero ayudará a limpiar la herida. Se trata de agua tibia y con sal marina, luego con la ayuda de una gasa empapada de agua tibia y sal marina limpiar la infección dos veces al día. Esto ayudará a que la herida quede limpia sane más rápido.
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